Principalmente existen 2 tipos de direcciones: 

1. Direcciones Hidráulicas
2. Direcciones Eléctricas
3. Direcciones Electro-Hidráulicas

Las direcciones hidráulicas funcionan con aceite hidráulico. Hay una bomba de dirección movida por el motor a través de la correa auxiliar, que genera presión de aceite y facilita el movimiento de las ruedas. Este sistema requiere un mantenimiento periódico, como por ejemplo la sustitución del líquido de dirección, holgura de las rótulas axiales de dirección, revisión periódica de los guardapolvos, revisión de la correa auxiliar, etc. Estas direcciones están en desuso, ya que el motor siempre genera presión de aceite. Pero esta presión no siempre es necesaria si no se mueve el volante, por lo cuál estamos aumentando el consumo de combustible sin necesidad.

Las direcciones eléctricas no necesitan mantenimiento ya que no funcionan con aceite. Están exentas de mantenimiento pero no de averías. Son las que más se usan en la actualidad. La dirección eléctrica lleva un motor eléctrico que mueve las ruedas según la información proveniente de la centralita. En el volante podemos encontrar unos sensores que informan en cada momento de la posición del mismo, información la cuál también se envía a la centralita.

Las direcciones electro-hidráulicas son una mezcla de los 2 tipos anteriores. Llevan un motor eléctrico que genera presión de aceite en función de las maniobras del volante.